Una historia de números que cobran sentido
Todo empezó con una ferretería en Vegueta que tenía más pedidos de los que podía procesar, pero no dinero para comprar inventario. El dueño me llamó desesperado: "Tengo clientes esperando, pero el banco dice que no". Era el problema clásico: buenos ingresos en papel, cero liquidez en la realidad.
Ahí me di cuenta de que las hojas de cálculo tradicionales no servían. Necesitábamos algo que predijera cuándo iba a entrar y salir cada euro, no solo cuánto. Algo que te dijera "la semana que viene vas a estar apretado" antes de que pasara.
Desde entonces, hemos perfeccionado un sistema que convierte el caos financiero en predicciones claras. No prometemos milagros, pero sí te decimos exactamente dónde vas a estar dentro de tres meses. Y eso, créeme, ya es mucho en el mundo de los negocios.
Cada empresa que entra por nuestra puerta en Castillo, 3 sale sabiendo cuándo puede invertir, cuándo debe esperar y cuándo necesita actuar rápido. Es matemáticas aplicadas a la vida real, sin adornos innecesarios.